Una bendición o tu perdición: ¡tú eliges!
Aunque creas que estás solo, no lo estás. Salvo que vivas en una caverna escondida en unas montañas desoladas o en una isla desierta perdida en la inmensidad del mar. Por supuesto, sé que no es así, porque de lo contrario no estarías leyendo o escuchando esta nota. Por eso, también sé que estás expuesto, …